“La Acción Diferida cambió mi vida”

Osmar Fernández, uno de los beneficiarios de la Accion Diferida

Osmar Fernández, uno de los beneficiarios de la Accion Diferida /W.G.

DURHAM- Cada vez son más los jóvenes soñadores que están recibiendo la aprobación de sus peticiones de Acción Diferida. Cada uno tiene historias distintas pero similares al momento en que sus vidas dan un giro de 180 grados.

Por Paola Jaramillo

Tal es el caso de Osmar Fernández, de 23 años.“En el mes de marzo de este año luego de trabajar seis años en un restaurante el jefe me dijo que lo sentía, pero que tenían que ‘comprobar esto’”, recordó a La Conexión, Fernández originario de Córdova, Veracruz, (México).

Osmar sabía de lo que le estaba hablando, pero no tenía forma de responder a su petición y en pocos días se quedó sin empleo. “Un sentimiento que te rompe el corazón, tanto empeño, no tuve problemas con nadie y que te corran por no tener un Seguro Social es algo injusto”.

El joven inició su labor en el restaurante con tan solo 16 años y conocía bien su tarea luego de pasar por todas las posiciones hasta llegar a ser mesero. Pero como un acto premonitorio, le dijo a su jefe que en seis meses volvería con todos los papeles en regla.“Recibí el permiso de trabajo el martes 30 de octubre y estoy a la espera del Seguro Social para regresar”, anotó.

La buena nueva llegó acompañada del nacimiento de su segundo hijo el jueves 1 de noviembre. “El cambio principal es que puedo darle un futuro mejor a mis hijos”, remarcó. A los 15 años, Osmar tomó la decisión de reunirse con su madre que se encontraba viviendo en Carolina del Norte. Apenas llegó, se puso a trabajar. “Iba al colegio pero las maestras me hablaban en español y yo quería aprender inglés. Me salí y hace dos años finalicé el GED”, aportó Osmar.

La Accion Diferida fue una oportunidad. “Es como si me hubieran abierto las puertas del cielo. Hablé primero con una abogada y luego platiqué con Iván Almonte, de El Centro Hispano y gran amigo. Me guió en el proceso”, aseguró el soñador. Tan pronto comenzaron a recibir las aplicaciones, envió la suya y hoy tiene su recompensa. “Mi madre no cabe de la emoción, está feliz. A los jóvenes los animo para que apliquen, sin miedo. El premio es muy grande. La Accion Diferida, cambió mi vida”, concluyó Osmar.